La península de Samaná es el posiblemente el mejor destino de la República Dominicana para los amantes de la aventura y la naturaleza. No solo por el espectáculo que brindan las ballenas jorobadas provenientes del Atlántico para aparearse y dar a luz a sus crías, sino también por sus magníficas montañas verdes, sus largas playas de arena blanca y sus pequeños pueblos pesqueros bañados por el agua de un mar color turquesa.

Samaná es un destino ecológico donde los visitantes pueden disfrutar descubriendo playas y ensenadas paradisíacas, cruzando ríos y cascadas. El lugar evoca romanticismo por su estado casi virgen, muy alejado del turismo de masas. Ofrece vastas posibilidades a los amantes de la exploración con una frondosa vegetación que rodea la bahía salpicada de multitud de pequeñas islas, llamadas "cayos" y con grandes playas desiertas como Las Galeras y Playa Rincón.

En estas tierras caribeñas aún se puede gozar de la esencia de la tradicional "bachata" y el baile africano "bamboulá", pero también de la práctica de todos los deportes náuticos imaginables o de la más pura naturaleza en el Parque Nacional de los Haitises.

• Cayo Levantado
• Haitises
• Playa Rincón
• Salto del Limón